La pandemia marca la última peregrinación internacional de este año a Fátima, que arrancó la noche de este lunes con varios miles de peregrinos pero sin alcanzar el aforo máximo permitido, de 6.000 personas, y vivirá este martes su jornada principal con fuertes restricciones.

Las celebraciones empezaron con el rezo del rosario y la tradicional procesión de las velas, durante los que algunos accesos del santuario se mantuvieron abiertos al no alcanzar el aforo máximo permitido.

El recinto, de 48.000 metros cuadrados y que en estas fechas suele acoger a unas 100.000 personas, fue cubierto con círculos en el suelo para mantener separados a los diferentes grupos de peregrinos que acudan a las celebraciones.

Las principales conmemoraciones se realizarán durante el martes, día en el que se espera que hasta 6.000 fieles acudan al santuario, uno de los principales centros de peregrinación de Europa.

El domingo se realizó un ensayo con los peregrinos que llegaban al santuario y se tuvieron que cerrar las puertas alrededor del mediodía, cuando se alcanzó el límite máximo de aforo.

Esta es la primera vez que el santuario limita el número de personas en el recinto, después de que en la peregrinación de septiembre tuviesen que cerrar los accesos debido a las multitudes.

La principal peregrinación del año, la de mayo, se realizó por primera vez en la historia sin fieles.

El coronavirus está teniendo un fuerte impacto en el santuario, cuyos ingresos se han reducido un 50,6 % hasta septiembre en relación al año anterior, desveló hoy el rector, Carlos Cabecinhas, en rueda de prensa.

Los donativos también cayeron, casi un 50 %, debido a la disminución del número de peregrinos que acuden al santuario.

Cabecinhas explicó que este año, entre octubre y noviembre, tienen inscritos sólo 97 grupos de peregrinos, mientras que el año pasado hubo 733 grupos sólo en el mes de octubre.

Desde que comenzó la pandemia, Portugal acumula cerca de 88.000 y y 2.094 víctimas mortales, según los últimos datos anunciados hoy.

El país acumula cinco días por encima de los mil casos diarios, con cifras récord de infección, aunque con tasas de mortalidad más contenidas que en la primera ola. 

EFE